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Si
se trata de improvisar para tener encuentros sexualmente mucho más intensos
y placenteros, nada mejor que la creatividad como aliada. Y es que en
nuestra casa existen muchos objetos de uso diario que se pueden convertir en
perfectas opciones para salir de la
rutina sexual y disfrutar mucho más de nuestra intimidad. ¿No se te
ocurre nada?, descubre cómo usar
cosas cotidianas como juguetes sexuales y anímate a probar algo
diferente.
INSTRUCCIONES
Solo
se necesita un poco de imaginación para hacer que los encuentros sean mucho más
calientes. Por ejemplo si desde hace tiempo quieres practicar el bondage con tu pareja pero no te animas a
adquirir unas ataduras eróticas ¿qué te parece valerte de un cinturón
grueso y atar a tu pareja a la cama o a una silla?, una manera
creativa de disfrutar de un poco de sexo duro.
Y
siguiendo en la misma tónica de dominación y control, los antifaces son
siempre una herramienta sencilla para incrementar las sensaciones durante el
sexo, y es que el hecho de ignorar completamente cuál será el próximo
movimiento de tu pareja puede resultar muy excitante. Si no cuentas con un
antifaz erótico o para dormir, puedes usar un simple pañuelo o una
corbata, un complemento ideal para darle más diversión al sexo.
Los caramelos
de menta no solo son buenos para refrescar nuestro aliento, también
son una potente arma cuando se trata de mejorar las sensaciones durante el sexo
oral. Come un caramelo de menta y cuando el sabor impregne bien tu boca
comienza a hacerle sexo oral a tu pareja,
la sensación de calor y frío producida por el caramelo en la zona genital será
¡altamente excitante!
Los masajeadores son excelentes accesorios para relajarnos y olvidar el estrés.
Pero además son un gran juguete sexual casero, pues así como masajean nuestra
espalda o piernas, hacen lo propio con importantes zonas erógenas como los glúteos,
la entrepierna o los genitales. Sin duda es una forma económica y genial de
conseguir un encuentro diferente.
Si
en casa tienes algún accesorio con plumas entonces prepárate
para darle a tu pareja una sesión de placenteras y excitantes caricias. Este
accesorio resulta un delicioso elemento cuando se trata del sexo suave y gentil.
Solemos
tener en la nevera siempre un poco de hielo esperando para
enfriar cualquier bebida. Pero más allá de un trago muy frío, el hielo puede
darnos muchos momentos de placer durante el sexo oral.
Al
igual que los caramelos de menta, la sensación de calor combinada con el frío
del hielo resulta muy placentera, y da mucho juego también en el resto del
cuerpo, cuando la meta es besar y chupar. Prefiere los hielos completamente
redondos para evitar que puedan causar daño.
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