
El tantra es una filosofía tradicional hindú que tiene como principal objetivo alcanzar la plenitud personal a través de la estimulación de la energía corporal y el deseo sexual. ¿Alguna vez has oído hablar del masaje tántrico? Se trata de un tipo de masaje erótico que permite despertar el apetito sexual y disfrutar del placer propio y junto a la pareja sin la necesidad de llegar a la penetración. Si te gustaría sorprender a tu pareja con un masaje de este tipo, y descubre cómo hacer un masaje tántrico a una mujer.
· Beneficios del masaje tántrico
El masaje
tántrico, a diferencia de otros masajes eróticos, no tiene como objetivo
provocar el orgasmo en la pareja, aunque sí se puede alcanzar, ni involucra relaciones
sexuales con penetración, sino que pretende estimular la energía, buscar el
placer y despertar el deseo sexual a través del tacto de los órganos sexuales y
de otras zonas del cuerpo. Entre los principales beneficios del masaje tántrico
encontramos:
- Reactivación de la energía
del cuerpo.
- Aumento del apetito
sexual.
- Reforzar los vínculos con
la pareja.
- Descubrir y conocer las
principales zonas erógenas.
- Relajación física y
mental.
· Se distinguen dos tipos de masajes
tántricos, el masculino llamado masaje lingam,
y el femenino llamado yoni. Este último
contempla más zonas erógenas que el primero, ya que el cuerpo femenino ofrece
más puntos de placer por lo que no solo se reducirá a los órganos sexuales.
Antes de centrarse en los paso a seguir para hacer un masaje tántrico a
una mujer, es importante que ayudes a tu pareja a que se acomode
adecuadamente. Lo ideal es poner una música suave de fondo y pedir a la chica
que se tumbe completamente desnuda boca arriba, con la espalda apoyada en la
cama y las piernas separadas. Coloca un cojín justo debajo de sus caderas, para
que la zona íntima quede ligeramente elevada, y otro bajo su cabeza para que
esté más cómoda.
· También es fundamental que elijas un
buen lubricante para evitar la sequedad vaginal o, en su lugar, algún
aceite suave que facilite las caricias y dé suavidad a los movimientos como,
por ejemplo, el aceite de almendras. Con él, la experiencia será mucho más
placentera y descubrirá sensaciones indescriptibles.
· Primero, vierte un poco de aceite en tus
manos y empieza a acariciar y masajear suavemente el abdomen, los senos
y muslos de tu pareja. Dedica unos minutos a estas partes del cuerpo
antes de pasar a su zona íntima, así poco a poco irá aumentando su deseo
sexual.
· El siguiente paso del masaje tántrico es
verter un poco de lubricante o aceite justo en el hueso púbico para que vaya
goteando hacia los labios vaginales. Empieza a masajear suavemente cada uno de
los labios mayores con tus dedos pulgar e índice y desliza los
dedos de arriba hacia abajo e inversamente por toda la longitud de los labios.
Cuando finalices, realiza el mismo procedimiento centrándote en los labios
menores de la vagina.
· Ahora es el momento de masajear un punto que
supone un gran cúmulo de placer para la mujer: el clítoris. Toma en
cuenta que este es excesivamente delicado por lo que tus movimientos deben ser
suaves y sin presiones bruscas. Primero, acarícialo con tu dedo índice
siguiendo el sentido de las agujas del reloj y, a continuación, en el sentido contrario.
Luego, ejerce una ligera presión sobre él con tus dedos pulgar e índice y
mantente en este punto durante algunos minutos. Para aumentar su placer, ve
retrocediendo un poco dejando de acariciar el clítoris y retoma unos instantes
más tarde.
· En el masaje tántrico femenino es
esencial la estimulación del punto G. Para
llegar a él, coloca tu mano con la palma hacia arriba, introduce el dedo
corazón en la vagina y empieza a doblarlo en dirección a la palma de tu mano.
Sabrás que lo has alcanzado al notar una zona esponjosa justo debajo del hueso
púbico y una vez ubicado, debes realizar movimientos circulares muy suaves con
tu dedo. A pesar de que no sea el objetivo del masaje tántrico, estos
movimientos pueden acabar provocando que tu pareja alcance un orgasmo muy
intenso y placentero, conseguirá una relajación y un bienestar corporal
inigualable.
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