según el propio testimonio de una mujer!
Privarse de realizar nuevas prácticas con tu marido o mujer puede restaros liberta y placer, haciendo que vuestra relación se vuelva monótona a lo largo del tiempo. ¿Lo sabías? Uno de los mayores secretos a la hora de disfrutar del sexo es que una mujer puede ser una experta sexual si se lo propone; así, sentirse liberada con tu pareja y tu amor te hará involucrarte mucho más con tu placer sexual y tu sensualidad. Una mujer no es más apasionada por lo rápido que realice sus prácticas sexuales o lo mucho que se disponga a hacer, sino que será una auténtica Diosa para su hombre cuando se atreva a darse por completo en su relación, sin inhibiciones acerca de su cuerpo y su actitud.
Una mujer buena conocedora del sexo anal, sabrá que las mejores posturas para realizarlo son la del perrito y otra muy beneficiosa y romántica (si le quieres acariciar la espalda, mientras realizas la suave y placentera penetración) estando ella tumbada sobre la cama boca abajo con él encima, sentado sobre sus rodillas o semi acostado. El estar cómodos es el primer paso, uno de los mejores trucos, es reservarse un buen día para estar juntos, la pareja creará de este modo unos lazos especiales de compenetración y podrá prepararse para este tipo de prácticas. Otro de los secretos del sexo anal es que puede reportarte muchísimo placer, pero se ha de realizar con mucha lentitud, cocinándose como un buen plato, planificándolo desde mucho antes de practicarlo. Un baño conjunto hará que el ambiente sea mucho más proclive a este tipo de práctica. Te aconsejo que no tengáis prisa. Tras el baño y la correcta higiene, procurad secaros juntos y masajear bien las zonas erógenas con lubricante especial para masajes.
Te contaré el siguiente secreto, ya que ¡cualquiera mujer y cualquier hombre debe conservarlo como uno de los más preciados tesoros a la hora de amar! Las mujeres pueden sentir orgasmos intensos de placer que irradien todo su cuerpo, pero para ello debes estimular a la vez que realizas la penetración sus zonas erógenas, especialmente el pecho y el clítoris. Sigue el paso a paso que relato en el libro, ya que ahí también tendrás a tu disposición grandes reglas para conseguir que tu pareja no deje de pensar en ti ¡durante todo el tiempo que queda para que volváis a tener otro encuentro! Te diré, que el esfínter debe entrenarse para que poco a poco dé de si y se acostumbre a la penetración, siempre utilizando lubricante a base de agua ¡por supuesto! Es normal que no puedas realizar la penetración la primera vez, pero a ella le gustará mucho que acaricies la zona de la vulva y termines hacia abajo, centrándote en el perineo y la zona del ano.
Ya centrándote en sus zonas erógenas y el coito anal, podrás ir estimulando la zona con caricias suaves y presiones ligeras poco a poco para ir penetrando con los dedos de una manera sutil. Una vez que ella esté excitada y con tiempo, podrás realizar la penetración, siempre de forma muy suave, con movimientos muy lentos y equilibrados. Ella puede alcanzar mucho placer, pero siempre que te tomes tiempo. Te contaré otro gran secreto: a medida que avances en la penetración notarás como la eyaculación ocurrirá antes, debido a la presión que ejerce el esfínter sobre tu pene, encontrándose menos dilatado que el orificio de la vagina. Ella a su vez, sentirá mucho placer, ya que las contracciones naturales de este orificio aumentarán el placer y la tensión en la zona de la vulva. Si también la masturbas al mismo tiempo, le aportarás uno de los mayores placeres de su vida. La unión del sexo lento para ella y la buena coordinación que os permitirá en la penetración, podrá incluso mejorar vuestra conexión emocional ¡creando que tengáis más facilidad para tener un orgasmo conjunto
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